jueves, 3 de mayo de 2012

4 de Mayo

   Esta semana he realizado una mejora de la maqueta de trabajo en la que hablaba de cómo podía filtrarse al espacio interior la luz del sol. En aquella ocasión utilizaba la luz como material y esbozos de las sombras que producía como medida de la relación interior-exterior.



   En esta ocasión, la maqueta ha derivado en otra más específica, con distintas configuraciones espaciales, distintos gradientes de exposición y diversos cierres físicos y visuales que separen interior-exterior. Ahora, la manera de expresar la participación del espacio interno en el exterior y viceversa se observa mediante una malla tensionada que expresa tanto las tensiones visuales y físicas como el movimiento de nuestros ojos hacia las fugas visuales, las llamadas de atención y las atracciones o repulsiones que un espacio nos produce.














  Los diferentes colores son equivalentes al espacio publico-privado físico, publico privado visual y condiciones ambientales ( lluvia, viento, sol) que afectan a los espacios expuestos. Mi intención era explicar de otra manera como todos estos conceptos se interseccionan y se superponen cuando el límite entre espacio público y privado se hace difuso.

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